Pervin Kobani, de 19 años, hija de un granjero, forma parte de un equipo que mantiene una posición de primera línea en el frente oriental bajo ataque continuo de los extremistas islámicos, informa AP. La joven salió de su casa en Kobani hace dos años para unirse a la Fuerza de Autodefensa de las mujeres kurdas de Siria, (YPJ, por sus siglas en kurdo), que ahora está integrada con la unidad de los hombres YPG.
Después de medio año sirviendo lejos de su ciudad natal, regresó con las fuerzas kurdas hace dos meses a Kobani. Hace tres semanas, Pervin se encontró con su padre en una esquina y él llevaba una pistola. "Sinceramente, cuando oí que mi padre estaba luchando en el frente occidental con el YPG, estuve muy orgullosa de él y me dieron ganas de luchar más", dijo.
Farouk Kobani, que se unió a los defensores de la ciudad a mediados de septiembre, se alegró de ver a su hija ese día, después de meses sin noticias. La semana pasada, Simkin viajó con Pervin al frente occidental, para ver a su padre una vez más. Y aunque ella dice que ahora es su compañero, lo sigue abrazando como a un padre.
Fuente: RT
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