sábado, 25 de octubre de 2014

Las YBS aguantan el ataque del EI a Shengal




Las Unidades de Defensa Shengal (Yekineyên Berxwedanê Şengalê o YBS) se fundaron el pasado mes de agosto con asistencia de la milicia kurda de Siria, las YPG, los yezidíes fugitivos de Sinjar y el área de la montaña de Shengal. Fueron entrenados y armados para poder defenderse de los ataques de los fundamentalistas islámicos que asesinan población civil y secuestran a millones de yezidíes, esclavizándolos. Las unidades yezidíes actúan coordinadamente con las YPG y la milicia del PKK, las HPG, según hicieron público el 12 de agosto.
En realidad, el ataque islamista del pasado lunes 20 de octubre quería aprovechar la debilidad de esta milicia, poco preparada y pobremente armada. En este sentido, era normal que el Estado Islámico (EI) consiguiera cerrar el cerco en torno a la montaña de Shengal. Se calcula que hay unas 7.000 personas, la mayoría de confesión yezidi, dentro de esa misma montaña. El EI ha destruido ya un santuario yezidi, el de Quba Amadin, pero su objetivo es el de Sherfedin, situado al otro lado de la montaña, justo delante de Sinjar. Las unidades de YBS están dirigidas por Khalim Qassim Shesho. Aunque aseguran que han muerto 20 de los atacantes, y otras cifras llegan hasta los 63, la realidad es que estos llevan armamento pesado mientras los defensores de la montaña solo disponen de armamento ligero. Sorprendentemente el gobierno kurdo de Iraq, bajo el que está la jurisdicción de Shengal, no ha desplegado ninguna fuerza ni ha efectuado ningún movimiento ante el ataque.

Los combates se han desarrollado hasta ahora en el norte de la montaña y el EI ha conseguido cerrar el paso humanitario hacia el Kurdistán sirio. El día 24 de octubre una columna islamista atacó también por el sur. Las YBS, y sobre todo la guerrilla del PKK, han conseguido detener al grueso de la ofensiva pero resulta poco probable que lo paren por completo. Su armamento es muy inferior y numéricamente están también en inferioridad. A pesar de la afluencia de nuevos voluntarios, las YBS difícilmente podrán hacer frente a la ofensiva, y se hace cada vez más incomprensible la indiferencia del gobierno kurdo de Iraq.

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